Una de las decisiones más importantes que tomamos al dirigir nuestras organizaciones es incorporar a las personas correctas para lograr los objetivos de la organización en línea con su propósito.
Si tenemos a las personas correctas, es más fácil hacernos cargo de los desafíos. Sin embargo, ¿estamos eligiendo a las personas bajo los fundamentos adecuados? No siempre. Porque la manera tradicional en la que hemos venido eligiendo a los perfiles para un puesto de trabajo, cualquiera que sea, ha sido basándonos en las carreras profesionales que las personas ponen
en sus CVs, la experiencia que han tenido en el rubro a lo largo de su trayectoria profesional, vemos si se han desempeñado en posiciones similares, y los cursos o las maestrías que han llevado.
Pero la verdad, es que las personas tenemos diferentes habilidades y características que no necesariamente se visualizan en nuestro Currículum Vitae. Es decir, que no sólo somos eso que dice nuestro título profesional, nuestra maestría, o la experiencia que hayamos tenido en nuestra carrera. Y tampoco, el hecho de tener experiencia en un sector o en una industria, asegura que es lo único que podemos hacer bien.
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